lunes, 30 de noviembre de 2009

Ejercicio 3 segunda parte

Continuaciòn del ejercicio 3.


La relación de estas dos personas siguió sin cambios, de vez en cuando se quedaban de ver en alguna plaza, en algún parque, pero sobre todo, quedaban de verse en las cafeterías, lugar que a ambos gustaba. Magdalena se hizo adicta a estos lugares dado que eran lo mejores sitios donde podía leer a sus autores favoritos y a la vez poder tomar algo o fumar algo. Le gustaba leer sobre la naturaleza humana y alzar la vista y descubrir a las personas caminado a diversos sitios y pensar en todo lo que ellas ocultaban; pensar si el joven que salía a pasear con su perro tenia los mismos cuidados con su madre o con las demás personas, o al contrario, que solo se comporta amablemente con el animal y con las personas lleva una relación nada amistosa. Pensamientos de este tipo circulaban en su mente mientras disfrutaba su café y su lectura.

Eduardo, por primera vez en este relato, coincidía con Magdalena acerca de lo agradables que eran este tipo de lugares. A pesar de la cantidad de personas que en ellos se encontraban Eduardo los encontraba relajantes (aunque el no lo sentía, mas bien interpretaba esos sonidos de una manera que el denomino así), al parecer el sonido rítmico de todas las voces lo tranquilizaba, imaginaba la cantidad de historias que cada uno tenía, también alzaba la vista e imaginaba la vida de aquel joven que sacaba a pasear a su perro, se imaginaba que el conocía a más personas y que probablemente ya había sufrido por traiciones o reconocimientos por sus logros, imaginaba la vida del joven y la diferencia con alguien de China que en este momento se encontraba durmiendo.

***

Diversos estudios se le realizaron a Eduardo durante su infancia. Nadie sabía con exactitud que era lo que le pasaba, mucho menos saber si había cura. Eduardo por su parte no ofrecía datos confiables, su insensibilidad no aportaba referencias con las cuales basarse, podían picarlo con una aguja y el simplemente no sentía. Tampoco sentía hambre, de hecho a los pocos meses de haber nacido fue internado en el hospital dado que nunca pedía de comer en las noches, su madre no le dio importancia pero una desnutrición crítica que por poco lo mata hizo que la madre decidiera practicarle varios estudios. Hablando de su nacimiento, Eduardo no reacciono con la nalgada reglamentaria que le dio el doctor que ayudo a su alumbramiento. Fue una vacuna con una sustancia riesgosa para su edad, lo que lo hizo despertar.

Así paso la mayor parte de su vida.

En la primaria conoció a mucha gente, la mayor parte de ella le gastaba bromas, la crueldad de aquellos niños hizo que se sintiera en un lugar equivocado (bueno exactamente pensaba que estaba en el lugar equivocado) deseando acabar rápido la escuela, sabiendo que una vez fuera, no volvería a ver a esos tipos.

Después de terminar la escuela decido abrir un negocio donde se arreglaban las computadoras, impresoras, scanner, etc. para el este negocio le parecía lo mas acorde a su condición (la cual ya había comprendido y había aceptado en su totalidad) una maquina sin sentimientos ni reacciones se dedicaría a componer a mas maquinas sin sentimientos ni reacciones.

Su negocio era prolífico, era muy bueno en su trabajo, le gustaba lo que hacia y para el eso era la mejor forma de vivir. Aunque toda esta aceptación de su padecimiento no siempre estuvo presente. Cuando tenia alrededor de 18 años vivo una experiencia que lo arillo al suicidio.

Al inicio de su etapa universitaria conoció a una chica llamada Claudia, la cual llego como un relámpago quemando un árbol solitario en la colina. En una fiesta los dos bebieron mucho, curiosamente Eduardo no se sentía mareado pero su caminar era tambaleante, Claudia por su parte aprovecho la situación para besar a Eduardo. Para Eduardo fue algo totalmente sorpresivo, la reacción brillo por su ausencia ¿Cómo reaccionar ante eso? ¿Qué acción tomar una vez vivida esa experiencia? Y lo más importante ¿Cómo se debe de besar? Como mover los labios para poder dar un beso decente. Por suerte la embriaguez de Claudia ayudo a que ella no notara la virginidad de Eduardo en ese rubro.

Ya en el cuarto de Claudia ella trato de tener sexo con el. Eduardo no pudo lograr una erección, esto desilusiono a Claudia quien al día siguiente no pudo contener las ganas de contar esto a sus amigas. La lluvia de burlas a Eduardo cayeron cual diluvio. El en verdad no se sentía triste ni algo parecido, pero ya se había cansado de recibir diario burlas de su ahora nuevo problema. Esto provoco que tomara acciones desesperadas. Dos días después se ahorco. Para su mala suerte el sufrimiento que pensó sentir, no apareció y antes de perder el conocimiento se quito la soga y nunca mas volvió a intentar aquello que no comprendía…




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